Cancilleres europeos se reúnen en Ginebra

 Los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania y el Reino Unido se reunieron este viernes en Ginebra con su homólogo iraní, Abbas Araghchi, en un intento por frenar la escalada militar entre Israel e Irán y abrir una vía diplomática que evite una guerra regional.

El encuentro se considera una de las gestiones diplomáticas más relevantes desde el inicio de los enfrentamientos hace una semana, cuando un ataque israelí sobre territorio iraní desató una cadena de represalias. Desde entonces, la región ha vivido una creciente tensión, con múltiples bombardeos y amenazas cruzadas que han puesto en alerta a la comunidad internacional.

Los cancilleres europeos han expresado su preocupación por la velocidad con la que se deteriora la situación y la falta de canales de comunicación efectivos entre las partes en conflicto. A su llegada a Ginebra, el ministro británico de Exteriores, David Lammy, declaró que “en las próximas dos semanas se abre una ventana muy estrecha para alcanzar una solución diplomática, y debemos aprovecharla con urgencia”.

La reunión también representa el primer contacto presencial entre representantes de Irán y los países europeos desde que estalló la actual crisis. En el centro de la conversación está la necesidad de retomar los compromisos del acuerdo nuclear de 2015, del cual Irán se ha alejado progresivamente desde que las tensiones regionales se intensificaron.

Francia y Alemania han reiterado que su prioridad es evitar una confrontación directa entre Irán e Israel y contener la expansión del conflicto. Desde Teherán, sin embargo, las condiciones son claras: el ministro Abbas Araghchi afirmó que Irán está dispuesto a dialogar con Europa, pero no iniciará ninguna negociación bajo el contexto actual de hostilidades. “Queremos una solución política, pero no negociaremos mientras seamos atacados”, señaló el diplomático iraní, citado por medios oficiales.

A pesar de las dificultades, los diplomáticos europeos han expresado un cauto optimismo. Fuentes cercanas a la delegación francesa indicaron que aún existen canales de comunicación abiertos y que Ginebra podría ser el punto de partida para un proceso más amplio de desescalada.

La comunidad internacional observa con atención este esfuerzo diplomático. Mientras los ataques continúan sobre el terreno, los cancilleres europeos apuestan por la negociación y el diálogo como la única salida viable para evitar una guerra que podría extenderse más allá de las fronteras regionales.