Epilepcia y Cannabis

Aproximadamente 50 millones de personas en todo el mundo tienen epilepsia, lo que la

convierte en una de las enfermedades neurológicas más comunes a nivel mundial.

Si se incluyen las convulsiones ocasionales, se estima que diez de cada 100 personas

experimentan al menos una convulsión a lo largo de su vida. 

Cannabis para la epilepsia

Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, las personas afectadas se ven

considerablemente limitadas en su vida cotidiana. Además, los fármacos antiepilépticos

no son eficaces para todos los pacientes. Cuando se hayan agotado todas las opciones

de tratamiento, el cannabidiol (CBD) podría ser una opción alternativa.

La epilepsia es una enfermedad neurológica y pertenece a los trastornos funcionales del

cerebro. Una característica de la enfermedad son las crisis epilépticas, en las que las

neuronas (células nerviosas) del cerebro emiten repentinamente impulsos incontrolados.

La gravedad de un ataque epiléptico puede variar. Mientras que algunos pacientes sólo

experimentan un ligero espasmo en los músculos, otros sufren un ataque incontrolado de

todo el cuerpo1.

La profesión médica se refiere a la epilepsia cuando se presentan las siguientes

condiciones, según lo define la Liga Internacional Contra la Epilepsia3,4.

En 24 horas se producen al menos dos ataques epilépticos que parecen surgir de la nada

(crisis no provocadas). Sólo en las raras formas de epilepsia se conocen los

desencadenantes (p. ej., estímulos luminosos o sonidos).

Se produce una convulsión no provocada y existe una alta probabilidad de que se

produzcan más convulsiones.

Se presentan formas específicas de epilepsia o un síndrome, como el síndrome de

Lennox-Gastaut o el síndrome de Dravet.

El cannabis medicinal, en particular el cannabinoide cannabidiol (CBD), tiene el potencial

de reducir la frecuencia de las convulsiones según varios estudios y puede mejorar la

calidad de vida de los afectados.

Criterios para prescribir cannabis medicinal

La Ley de Cannabis como Medicina permite a los médicos de todas las especialidades

(excepto dentistas y veterinarios) prescribir cannabis como medicamento con receta

narcótica bajo ciertas condiciones.

Estas condiciones incluyen la presencia de una enfermedad grave que se clasifica como

refractaria al tratamiento, para la cual no hay una terapia estándar disponible o para la

cual los efectos secundarios de la terapia estándar son inaceptables. Según la evaluación

médica, también debe existir la posibilidad de que los síntomas mejoren con el cannabis

medicinal.

Epilepsia: ¿Cuáles son las causas?

En muchos casos, no se puede encontrar ninguna causa o explicación para la aparición

de ataques de epilepsia. Según investigaciones recientes, en muchos pacientes los

receptores de los mensajeros nerviosos están genéticamente alterados, lo que puede

favorecer el desarrollo de la epilepsia.

En algunos pacientes, se pueden detectar cambios estructurales en el cerebro mediante

técnicas de imagen o se puede considerar una enfermedad subyacente como un

desencadenante. Estas enfermedades incluyen, por ejemplo, un tumor cerebral, un

derrame cerebral o encefalitis.

Epilepsia: síntomas

Se hace una distinción básica entre dos grupos principales de convulsiones:

Convulsión generalizada, en la que está involucrado todo el cerebro.

Convulsiones focales, que afectan áreas únicas o un hemisferio del cerebro.

Las convulsiones generalizadas pueden presentarse de la siguiente manera:

 Tónico: Todo el cuerpo se tensa e incluso puede tornarse azulado.

 Clónico: Hay contracciones bruscas en el cuerpo o en grupos de músculos

individuales. En este caso existe el riesgo de que las personas afectadas pierdan

el conocimiento o se muerdan la lengua.

 Tónico-clónica (grand mal): a la convulsión tónica le sigue una convulsión clónica.

Por lo general, todo el cuerpo sufre convulsiones y contracciones, y quienes lo

padecen pierden el conocimiento.

 Atónico: La tensión muscular disminuye repentinamente en una parte del cuerpo.

Por ejemplo, las piernas pueden doblarse repentinamente o puede producirse

pérdida del conocimiento.

 Mioclónico: aquí los grupos de músculos individuales se contraen muy

rápidamente.

 Ausencias: las personas afectadas sufren repentinamente breves pausas de

conciencia.

Los síntomas desencadenados por una convulsión focal dependen del área del cerebro

en la que se produce. Aquí se hace una distinción entre convulsiones sensoriales,

motoras y visuales. Es muy posible que los epilépticos tengan una percepción alterada

durante un ataque y, por ejemplo, vean, oigan y huelen de forma diferente. También son

posibles ansiedad, mareos y alucinaciones3.

Por lo general, una convulsión no dura mucho. Sin embargo, si el ataque epiléptico dura

más de cinco minutos, los médicos lo denominan "estado epiléptico". Nota: El estado

epiléptico es una emergencia y se debe llamar inmediatamente a una ambulancia con un

médico de urgencias.

Diagnóstico de epilepsia

Además de la historia clínica, se realizan exámenes neurológicos. Dado que las personas

afectadas a menudo no recuerdan una convulsión, entrevistar a los familiares puede

resultar muy útil para el diagnóstico.

Además, pueden ser necesarios exámenes adicionales para descartar determinadas

enfermedades y confirmar el diagnóstico:

Pruebas de laboratorio

Electroencefalografía (EEG)

Procedimientos de imagen como la tomografía computarizada (CT) y la resonancia

magnética (MRI).

LCR o punción lumbar (toma de muestra del líquido cefalorraquídeo).

Epilepsia: tratamiento y terapia.

El tratamiento de la epilepsia no siempre es necesario. A menudo es suficiente que las

personas afectadas eviten los desencadenantes que conocen (por ejemplo, luces

parpadeantes o juegos de ordenador) y presten atención a su salud general. En la

mayoría de los casos, de esta manera ya se pueden evitar más convulsiones.

Si existe un alto riesgo de sufrir más convulsiones de causa inexplicable, o si hay un

síndrome de epilepsia, se recomienda el tratamiento farmacológico. Especialmente si los

pacientes encuentran las convulsiones muy angustiosas. Sin embargo, los médicos deben

sopesar cuidadosamente los beneficios y riesgos de la terapia.

Se utilizan los llamados anticonvulsivos (medicamentos antiepilépticos). Están diseñados

para inhibir la actividad excesiva de las células nerviosas en el cerebro. El objetivo es

utilizar los medicamentos para reducir la frecuencia de las convulsiones. Si un fármaco no

produce suficiente efecto, también se pueden combinar varios agentes. Sin embargo,

estas terapias combinadas deben considerarse y controlarse cuidadosamente.

Efectos secundarios de los fármacos antiepilépticos

Especialmente al inicio del tratamiento farmacológico pueden aparecer numerosos efectos

secundarios, como:

 Dolor de cabeza

 Mareo

 Somnolencia

 Fatiga

 Visión borrosa o visión doble

 Malestar gastrointestinal

 Náuseas y vómitos

Además, los fármacos antiepilépticos pueden afectar numerosos procesos del organismo.

Además, los medicamentos pueden interactuar con otros medicamentos, lo que hace que

una consulta médica exhaustiva sea especialmente importante4.

Las consecuencias negativas de los efectos secundarios también pueden afectar

significativamente la vida de los familiares y amigos de los pacientes.

Información sobre otras opciones de tratamiento

Si la frecuencia de las convulsiones no disminuye con la medicación, las siguientes

intervenciones pueden ser una opción de tratamiento alternativa para un cuadro clínico

grave:

Cirugía de epilepsia: se produce una crisis epiléptica focal en un área específica del

cerebro. Si esto se puede identificar, se puede extirpar quirúrgicamente bajo ciertas

condiciones.

Procedimientos de estimulación: la estimulación del nervio vago implica la implantación de

un marcapasos debajo de la piel en el área del pecho que emite impulsos eléctricos. Con

ello se pretende inhibir la hiperactividad de las células nerviosas.

Cannabis medicinal para la epilepsia

Los componentes de la planta de cannabis se han utilizado durante siglos para tratar

diversos síntomas y enfermedades. Desde hace varios años, el interés científico por los

efectos generales de los cannabinoides ha ido aumentando. El cannabis medicinal ya

tiene un lugar firme en el tratamiento del dolor y la medicina paliativa.

El tema del cannabis en la epilepsia también está atrayendo cada vez más atención por

parte de los investigadores. Los estudios iniciales en animales proporcionaron evidencia

hace años de que los cannabinoides como el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol

(CBD) pueden tener efectos anticonvulsivos. Con el tiempo, se descubrió que el CBD en

particular tenía potencial terapéutico para reducir la frecuencia de las convulsiones.

Estudios sobre CBD para la epilepsia

El espectro de acción del CBD para el tratamiento de la epilepsia refractaria ha sido el

más estudiado científicamente. En una revisión, los investigadores evaluaron y

resumieron los resultados de más de 40 estudios. Se trataba de niños y adultos que

padecían una forma grave de epilepsia. En resumen, los investigadores afirmaron que el

CBD pudo reducir la frecuencia de las crisis epilépticas significativamente más que un

placebo (fármaco ficticio).

Otro estudio también afirma que, como terapia complementaria, la administración

adicional de CBD puede ser una opción de tratamiento eficaz a largo plazo para los

síndromes de Lennox-Gastaut y Dravet1. Sin embargo, los mecanismos subyacentes a

las propiedades anticonvulsivas del CBD aún no se han dilucidado definitivamente.

CBD y fármacos antiepilépticos

Existen estudios aislados que han investigado el uso concomitante de CBD y clobazam.

Clobazam pertenece al grupo de las benzodiazepinas que pueden utilizarse para tratar

estados de agitación, tensión y ansiedad, así como trastornos convulsivos como la

epilepsia.

En una revisión, los investigadores resumieron los resultados de los estudios controlados

con placebo. En comparación con el placebo, la frecuencia de las convulsiones disminuyó

cuando se tomaron CBD y clobazam simultáneamente.

Otro estudio encontró resultados similares. En este caso se estudió el CBD como posible

tratamiento complementario para niños con epilepsia refractaria. Participaron un total de

25 niños, 13 de los cuales recibieron clobazam. Nueve de los niños que recibieron

clobazam y CBD tenían menos probabilidades de sufrir un ataque epiléptico.

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