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Fallo en nuevo sistema ERP de la CCSS pone en riesgo suministro de gas en hospitales por deuda millonaria

La implementación del nuevo sistema de planificación de recursos empresariales (ERP) en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha generado serias complicaciones operativas y financieras, poniendo en riesgo servicios esenciales en los hospitales públicos del país. Uno de los efectos más preocupantes ha sido la interrupción en el suministro de gas licuado de petróleo (GLP), indispensable para el funcionamiento de las cocinas en los servicios de Nutrición, así como para los sistemas de calefacción y producción de vapor en varios centros médicos.

La situación fue expuesta públicamente este lunes por Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), quien divulgó un correo enviado por la empresa proveedora Blue Flame Fuel Technology Corporation S. A. a las máximas autoridades de la CCSS. En dicho mensaje, la compañía informó sobre la suspensión del servicio debido a una deuda acumulada que supera los ¢51 millones, resultado de atrasos en la emisión de órdenes de compra a través del Sistema Integrado de Compras Públicas (SICOP) y del incumplimiento en el pago de facturas pendientes.

Según la comunicación de la empresa, la situación financiera que enfrenta se ha tornado insostenible, ya que el GLP debe ser pagado por adelantado a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), sin posibilidad de facturación si no se emiten las órdenes correspondientes. La firma indicó que, a pesar de haber alertado a la institución sobre esta crisis desde el pasado 24 de junio, no recibió respuesta ni acciones concretas, por lo que tomó la decisión de detener el suministro a las unidades ejecutoras de la Caja.

En respuesta, el gerente financiero de la CCSS, Gustavo Picado, aseguró que el personal del Área de Tesorería General trabajó intensamente durante el fin de semana para habilitar los procesos de pago necesarios y ejecutar los desembolsos este mismo lunes. Añadió que también se han establecido coordinaciones directas con los proveedores con el objetivo de confirmar los abonos y reactivar el suministro de gas sin afectar la atención a los asegurados y pacientes.

No es la primera alerta sobre los efectos negativos del nuevo ERP. La Auditoría Interna de la Caja ha emitido al menos dos advertencias relacionadas con los atrasos en los pagos desde que se implementó la herramienta. Hasta el 4 de junio, se había generado un acumulado de compromisos pendientes por $11,3 millones, reflejando una paralización preocupante en los trámites administrativos fundamentales para el funcionamiento de la institución.

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