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Salud mental masculina: un llamado urgente a derribar estigmas

Junio es el Mes de la Salud Mental Masculina, una oportunidad vital para reflexionar sobre una realidad que, aunque silenciada por años, es cada vez más alarmante: los hombres enfrentan serios desafíos en su bienestar emocional y psicológico, muchas veces en silencio. Grupo Extra conversó con Daniel Retana, psicólogo, escritor y experto en salud mental, quien subraya la importancia de abrir espacios de diálogo seguros y sin prejuicios para la población masculina. “Siempre es importante hablar de la salud mental, pero en el caso de los hombres debemos prestar especial atención, porque las cifras son realmente preocupantes”, advirtió Retana. Estudios internacionales muestran una clara tendencia que refleja el impacto del descuido en la salud mental masculina: el 80% de los suicidios corresponden a hombres, ellos se suicidan cuatro veces más que las mujeres, solo un 30% acude a consulta psicológica, y un dato tan simbólico como devastador: el 88% recibe su primer ramo de flores cuando ya han fallecido. Según Retana, la mayoría de hombres llega a terapia cuando la situación ya es crítica: “Muchos llegan emocionalmente desahuciados, tras intentar resolver solos sus problemas sin éxito”. Culturalmente, a los hombres se les ha enseñado a reprimir sus emociones. Frases como “los hombres no lloran”, “si buscas ayuda eres débil” o “debes aguantar y seguir adelante” han contribuido a crear una barrera para quienes necesitan apoyo. “Desde la naturaleza, todas las especies caminan en grupo, y en ese grupo está la fortaleza. Pero el hombre ha sido presionado a creer que debe resolver todo por sí solo. Eso lo debilita más”, explicó el experto. Aunque nadie puede forzar a alguien a hablar, sí se puede construir un entorno donde se sientan seguros. Retana sugiere empezar por hacer preguntas simples pero significativas: ¿cómo te sientes?, ¿cómo ha estado tu semana?, ¿cómo están tus finanzas o tus relaciones? Estas preguntas pueden abrir puertas a conversaciones profundas y necesarias. Finalmente, el llamado es claro: hablar de salud mental no es signo de debilidad, sino de valentía. Y como sociedad, es responsabilidad de todos derribar los mitos que impiden a los hombres cuidar de sí mismos.

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